JÓVENES CON ALEGRÍA EN CRISTO

JUVENTUD FELIZ Y COMPROMETIDA

No pudo desatender un pedido de padre Elvis para el crecimiento del grupo juvenil diocesano. De regreso a Huacho, en mi maleta estaban los euros de cinco parroquias para poder organizar con éxito la convivencia de los líderes. Aquí está la carta de agradecimiento a las parroquias de Milán y de Cerro Maggiore.
A los Hermanos de las 5 parroquias De nuestra especial consideración:
El Equipo Diocesano de la Juventud, con el respectivo asesoramiento del Padre Elvis Medrano asesor de la Pastoral Juvenil de nuestra Diócesis de Huacho,manifestamos a Uds. nuestros benefactores de Milán, nuestro cálido saludo y especial agradecimiento, por responder a nuestra petición con su colaboración económica en pro de nuestra Pastoral Juvenil Diocesana de Huacho.



Por gracia de Dios y vuestra ayuda generosa, conforme a lo planificado, el pasado Sábado 03 y Domingo 04 de Agosto, se llevó a cabo la CONVIVENCIA JUVENIL DIOCESANA DE LÍDERES Y ACOMPAÑANTES, con el lema: ¡Él está en ti, está contigo y nunca se va!, con el único objetivo de formar a los jóvenes y acompañantes juveniles de las comunidades parroquiales de la Diócesis, exponiendo elementos básicos, orientada a descubrir sus cualidades y dones, para explorarlos en beneficio de la pastoral a la luz de la exhortación apostólica Christus Vivit. En esta
contigo y nunca se va!, con el único objetivo de formar a los jóvenes y acompañantes juveniles de las comunidades parroquiales de la Diócesis, exponiendo elementos básicos, orientada a descubrir sus cualidades y dones, para explorarlos en beneficio de la pastoral a la luz de la exhortación apostólica Christus Vivit. En esta convivencia en la que se congregaron más de 60 personas, se buscó resaltar la figura de Cristo que acompaña a los jóvenes en el diario caminar de la tarea evangelizadora que se realiza en un grupo juvenil, donde muchas veces nos hacen falta tener mayores herramientas para el buen acompañamiento en las distintas experiencias de los grupos que se dirige. Para fortalecer esta experiencia ofrecieron su servicio el equipo de capacitadores DAMIAN JOVEN de la ciudad de Lima, liderados por la Señorita Verónica Carpio Carlos, docente de profesión. Los frutos de esta convivencia son el testimonio de jóvenes líderes y acompañantes en cada uno de nuestros decanatos: Sur, Centro, Huacho y Norte.
Nuestra Convivencia tuvo como sede la casa de retiro “SANTA ROSA” en Mazo y se inició desde las 8:00 am. Con la acogida, desayudo y oración. Durante toda la jornada realizaron momentos de reflexión debidamente programados, trabajo en equipo, participación de la Santa Misa y Confesiones. Por la noche después de la cena, cada Decanato presentó un número artístico, dando muestra de su talento, además compartieron sus experiencias de cada grupo juvenil. Al terminar se realizó una linda fogata para quemar nuestros pecado y reconciliarnos con el Cristo vivo y que nos quiere vivos. Durante el domingo realizamos nuestra oración de la mañana para después participar de la Santa Misa y recibir la cruz misionera impuesta por nuestro sacerdote asesor de la Pastoral Juvenil, P. Elvis Medrano. Salimos rumbo a la Misión, una experiencia que ha fortalecido nuestro trabajo como seguidores del Dios de la vida y anunciadores de su palabra, fuimos al encuentro de aquel que necesita del amor de Dios en el Centro poblado de primavera. Fue maravilloso ver comolos jóvenes desbordaron su alegría en Cristo y fue una experiencia que marcó la vida de muchos que hoy dan testimonio de esta convivencia en sus parroquias. Sin duda seguiremos trabajando por nuestros jóvenes que son el ahora de Dios, porque Cristo nos quiere vivos y alegres en la misión.
Agradecemos de antemano el acompañamiento de nuestro querido Padre Antonio Colombo, que nunca deja de apoyar a nuestra juventud Diocesana y por confiar en el trabajo que se va haciendo en nuestra Diócesis de Huacho. Agradecer nuevamente a todos ustedes que nos haber brindado su apoyo económico para llevar a cabo esta convivencia y estamos seguros que es Dios quien pone siempre a personas bondadosas y con gran caridad para seguir evangelizando en el mundo. No hay fronteras que divida cuando las cosas se hacen en nombre de Dios. Mil gracias a nuestros queridos benefactores de Milán, no duden que están en nuestras oraciones constantes. Pedimos que Dios y nuestra madre la Virgen María los conserve con buena salud. Aprovechamos la oportunidad para reiterarle nuestra estima y aprecio personal.

Padre Elvis Medrano Prof. Susy Tello Sagán


EQUIPO DEL PÁRROCO SE LUCIÓ EN LA CÁRCEL

Diario el Chaski - Lunes 16 de septiembre de 2019 Campeonó en torneo de fulbito donde participaron todos los pabellones
Como parte de su trabajo de integración social, la parroquia San Bartolomé de Huacho, a través de Club Deportivo Padre Antonio Colombo, organizó el 4° Campeonato Copa Antonio Colombo 2019 en la que participaron equipos de los diversos pabellones del establecimiento penitenciario de Carquin, así
En este campeonato relámpago desarrollado en el penal de Carquin, se pudo observar el trabajo de resocialización de los internos a través del deporte. Asimismo los jugadores del Club Deportivo Padre Antonio Colombo vieron de cerca la realidad de los reos. Finalmente, después de tres intentos, el equipo del Padre Antonio Colombo resultó ganador del campeonato, haciéndose acreedor de una copa.


De igual modo el párroco hizo entrega de ternos – 10 de talla L y 5 de talla M – para la orquesta “Pasión Peruana”, integrada por internos del penal. Dicha indumentaria servirá como uniforme de gala para las representaciones en el penal.
El sacerdote Antonio Colombo manifestó que los internos no han perdido su condición de persona humana y como tal se debe brindar educación, trabajo y bienestar social.


EL PAPA EN MOZAMBIQUE, DALMAZIA A ROMA Y YO EN PERÚ

Suor Dalmazia es mi hermana mayor. Con ella he compartido una experiencia en África pero en países distintos, yo en Zambia por 12 años y mi hermana en Mozambique por 50 años.
En el 2017 el Presidente de Italia le ha conferido el Honor de Caballero de la Orden de la Estrella de Italia, “para promover las relaciones de amistad entre los dos países, formando generaciones de enfermeras y obstetras”. Desde el 2018 continúa su amor y pasión misionera en Italia, siempre a servicio de su tierra africana.
El canal televisivo TV 2000 ha invitado Dalmazia en su estudio de Roma para comentar en vivo el viaje del Papa en Mozambique en los días 5 y 6 de septiembre.


El canal televisivo TV 2000 ha invitado Dalmazia en su estudio de Roma para comentar en vivo el viaje del Papa en Mozambique en los días 5 y 6 de septiembre.
Gracias a internet y a mi computadora he gozado la visita del Papa y la entrevista a mi hermana, a pesar que me tocó dejar a lado el sueño siendo la transmisión en vivo desde la 2:00 a la 5:00 de la madrugada. No me cansé.
Canal TV 2000 - 6 de septiembre de 2019.You Tube https://www.youtube.com/watch?v=c1FuQ-Hz6Z4


Entrevistador: Buenos días. El Papa está en Maputo capital de Mozambique, Antes de todo les presento a los invitados, empezando por Sor Dalmazia, misionera de la Consolata desde hace 60 años, de los cuales 50 en Mozambique.
Primera parte con el Papa entre madres y niños Minuto 12.49
Entrevistador: Hablemos del vínculo entre la misión y la atención sanitaria. Esta es la historia de Dalmazia misionera desde hace 60 años y ha pasado unos cincuenta años en Mozambique, incluso como enfermera.
Empecemos con una curiosidad. Ayer había aquí un franciscano, el padre Evodio mozambiqueño. Nos dijo que tú lo has ayudado a nacer, tú has sido la obstetra.
Dalmazia: Sí, nació en mis manos. Sí y le di el primer beso. Un día le dije: "Mira que el primer beso te lo di yo". Es que cuando nacían los niños yo los besaba. Dicen que cuando nacía uno, mi cara se volvía hermosa. "Pero ¿qué besas?" Beso a los niños que nacen. No me acordaba de Evodio. Su papá que era catequista un día me dijo: "¿Sabes que Evodio - yo soy su papá - se ha convertido en fraile franciscano, y nació en tus manos?”. Había estado solo de paso en esa misión de Mitucue, hace unos cuarenta años. Allí él nació, ahí lo besé.

Entrevistador: Tú has vivido desde el hospital la historia del pueblo, todavía en la temporada del colonialismo portugués, la guerra de independencia, la guerra civil entre el Frelimo y la Renamo y luego la temporada de paz, las has visto todas. Cuéntanos en resumen cómo la viste desde el hospital, cómo ha cambiado el pueblo.
Dalmazia: Llegué a Mozambique en 1964 desde el Portugal con 33 días de navegación, hice la primera Navidad en la nave en Maputo. Ese día no pudimos desembarcar porque decían que había peligro de ataques de los guerrilleros. Y unos días después tuve mi primera experiencia como enfermera en la misión de Maua del Niassa, muy interna. Acabo de llegar, me dicen que hay una mujer que se está muriendo. Pregunto: "Pero, ¿por qué?" Dicen que después del parto se le quedó dentro la placenta. “Creo que yo, en teoría, la podía sacar”. Fui, la saqué, he salvado a esta joven mamá. He estado 20 años en el servicio de salud y nunca he visto a un médico. He estado en Maua, en Etatara, en Molumbo, nunca llegaba un médico. Por esto además de ser enfermera una debe ser doctor, y hacer todo, he aprendido a extraer los dientes… Nuestra presencia da mucha confianza, la gente prefiere venir donde están nuestros pequeños centros de salud de misión, en lugar de ir a los centros públicos.
Quería decir otra cosa sobre el SIDA. Uno se pregunta: "¿Por qué?, ¿por qué es tan alta su difusión? Hablo de Mozambique, no de otros países. Aquí llegó en el tiempo que ya había la guerra. Decirle a un chico, a un hombre: "Mira que si haces... en 10 años te vas a poner enfermo". Se reían en mi cara. Agregaban: "Pero yo no tengo ante mí la esperanza de un año, de dos años vida, no más. ¿Quieres que deje todo? Ya hay que renunciar a esto y a eso". Pero hay otra cosa que no ha facilitado la prevención; hablamos de un pueblo que no tiene la experiencia de la medicina moderna. Pero, por ejemplo, para ciertas enfermedades en las que el espacio entre el contagio y la enfermedad era pequeño, sabían muy bien cómo actuar. Venían y decían: "Yo he estado con... ahora empiezo a sufrir...". Pero el SIDA es un poco como la rabia de la mordedura de un perro que se manifiesta meses después del contagio. Murió hace poco tiempo una monja nuestra que ha sido mordida por un gato. Han hecho muchas investigaciones y luego descubren ¡que todo era causa del gato infectado! Cuando la muerte está lejos del contagio es difícil hacer entender que es necesario tomar precauciones. No existe el metro de este tiempo como en Europa, la vida en Mozambique es mucho más corta.

Entrevistador: Para resumir, ver ahora esto hospital, este centro molecular de una dimensión extraordinaria, construido por la comunidad de Santo Egidio de Roma, ¿Qué opinas?
Dalmazia: Claro que conozco bien Santo Egidio, porque yo recibí el primer barco que llegó en Pemba con el padre Mateo, León, Chiara para llevar las ayudas de emergencia.
• Entrevistador: ¿Te refieres al padre Mateo?, el nuevo cardenal, Zuppi, el arzobispo de Boloña, pero siempre es el padre Mateo.
Dalmazia: Sí, me llamó hace poco tiempo: "Soy Mateo... ¿Mateo...? ¡Pero mi sobrino Mateo no tiene esa voz! ... era él, el padre Mateo, sí el Cardenal de Boloña.

Segunda parte con el Papa en el Estadio Zimpedo Minuto 42.25
Entrevistador: El método de los misioneros - que no sólo son portadores de esperanza sino que también reciben como decía ayer el padre Fabio. ¿Es así tu historia, Sor Dalmazia?
Dalmazia: Sí, nosotros llegamos en misión, no conocemos el idioma, el clima, no conocemos muchas cosas, no conocemos las enfermedades. Yo recuerdo que conocía el sarampión, pero llegué allí, miraba. "Pero ¿qué tiene este enfermo?" y el enfermero me decía: "Tiene sarampión. "Pero el sarampión...En el libro no es así". Él me enseñó a diagnosticar esto y otras patologías. ¡Nosotros hemos aprendido la fe! Yo me acuerdo que mi vocación y formación vino en los años cincuenta pero me fui en Mozambique en 1964. Entonces tenía esa idea de que estábamos en una misión para llevar la fe donde hay oscuridad. Recuerdo que apenas he llegado a Mitucue, en el pueblo del padre Evodio, me di cuenta de que la gente tenía más fe que yo, tenía el sentido de que Dios está presente en todas partes. Dije dentro de mí: "Aquí hay algo que tengo que cambiar". Y uno se podría paralizar en esta etapa. "Ya lo tienen todo, tienen más que yo...", pero no, Me hice monja porque sentí que Jesús me da una alegría interior muy fuerte y me impulsa a amar más allá. Desde entonces nunca he tenido la frustración de ser misionera, ni blanca ni negra, precisamente porque siempre supe que tengo un tesoro, un tesoro dado, para regalar a Jesús.
Pensar que muchos de los chicos de aquel tiempo ahora son sacerdotes y obispos, me dona alegría. Los encuentro y me dicen: “Tú fuiste nuestra maestra, tú nos has salvado cuando estábamos enfermos... Luego, me gustaría recordar una cosa: nosotros tenemos poca memoria, los africanos tienen una memoria larga del bien recibido.
Hace poco, con el auto roto, atrapados en una pista del interior del país - ni siquiera sabía dónde estábamos en tierra yao. No conocía a nadie de los Ayao, no sabía su idioma. Luego aparece un poco de gente y me llaman por mi nombre. A mi asombro dicen: "Somos de Etatara (se encuentra a 500 km). Yo había estado 30 o 35 años antes. Un hombre me dice "Tú me extrajiste un diente, me quitaste un diente sin anestesia. Pienso: "¡Aquí eso es malo!"

Tercera parte: los frutos del Papa Juan Pablo II en su visita Minuto 1:00 – 1,08
Entrevistador: Hermana Dalmazia, te fuiste demasiado pronto de Mozambique, si te quedabas un par de años más, hubieras llegado a los 53 y 54, hoy hubieras estado allí en el Estadio de Zimpeto.
Dalmazia: Pero yo estuve allí cuando llegó el Papa Juan Pablo II en el 1988. Recuerdo algo curioso. A la salida de los lugares de encuentros, la gente decía. "Yo mañana no me baño". pero qué diablos está pasando... me decía. Luego entendí: era porque habían tocado al Papa, entonces esa parte de ahí no podía ser tocada. Yo estaba en Maputo, noté que la gente se saludaba, de manera diferente de lo habitual. No decían: "Buenos días, ¿Cómo estás?" usaban una palabra extraña. Descubrí más tarde que se saludaban así: "Hemos resucitado, hemos resucitado, es Pascua, es Pascua". Luego otra cosa, una señal que ha acogido al Papa: el sonido de las campanas. Hacía 16 años que las campanas no podían sonar, ese día allí din din din todas las campanas de Mozambique comenzaron a tocar y desde entonces la prohibición desapareció. Luego recuerdo el canto, la gente cantaba un canto de esperanza y de proclamación de la fe: "Es hora de ser esperanza, es hora de comunicarse, es hora de ser testigos..." de no tener miedo. Un último fruto, antes de que la puerta del avión se cerrara, el presidente Chissano, ya en la escalera con el Papa, dio un discurso y por primera vez llamó a la Renamo "hermanos", antes eran llamados "Bandidos armados"Entrevistador: ¿Eran enemigos, no habían los acuerdos de paz de 1992?
Dalmazia: Y no: todavía no había acuerdos de paz. ¡Estábamos en 1988! Pero desde ese día el lenguaje cambió y hablar de paz era normal.
Entrevistador:Eran años difíciles incluso para la Iglesia, para los misioneros. Ayer hemos recordado a tres franciscanos capuchinos asesinados en 1989.
Dalmazia: Sí, fueron unos veinte sacerdotes y misioneros durante la guerra, era la punta del iceberg. Y los secuestrados... pero la Iglesia, en todo ese tiempo no incitó a la rebelión pero sí a estar presentes, fue una gracia especial. Gracias a esto no nos hemos convertido en una Iglesia del silencio. Nos hemos convertido en una Iglesia que participó en el bien y cuestionaba el mal. Al no poder hacer apostolado, era peligro de abandonar para volver a Italia, pero la gente nos decía "Quédense, no pueden hacer nada, pero quédense"
. En esos años, descubrimos la intimidad de la espiritualidad, de la fraternidad, pobreza y creatividad. Algunos grupos misioneros aprovecharon el tiempo para traducir la Biblia en los idiomas locales. Fue un tiempo en que crecieron los laicos los únicos testigos de fe, de anuncio de Cristo.
Hay algo que quiero decir de los jóvenes. Las monjas que iban a enseñar, enseñaban dentro de la escuela, inmediatamente a la salida fueron acompañadas a casa por la policía. Ni siquiera podíamos hablar con los jóvenes. Pero luego los jóvenes y especialmente los niños vinieron a buscarnos en casa, a vender tomates, pero en lugar de los tomates se hablaba de otra cosa. Alguno de estos se convirtió en sacerdote, sí, uno de estos que vinieron a vender tomates. • Entrevistador: ¿Así? entre un tomate y otro...
• Dalmazia: Sí entre tomate y tomate... se evangelizaba. Primero hacíamos como si le regañábamos: "Ociosos, que vienen a hacer a esta hora...". Luego resignados los dejamos entrar. Los africanos tienen una forma única de transmitir las noticias, yo no sé cómo lo hacen porque no había móviles, no había celulares, no había nada.
Sin embargo, fue en 1982, yo estaba en Molumbo en un lugar muy aislado. En el día de Navidad, un grupo de chicos vinieron a hacer el pesebre viviente en la capilla, mejor decir una cabaña echa con palos y paredes de junco porque la iglesia parroquial estaba cerrada. En esa misma Navidad, increíble, lo que pasó en la cabaña de Mulunbo, ocurrió también en la ciudad de Maputo y en todas las ciudades y pueblos del país donde se reunía la comunidad. Había comenzado una desobediencia civil a la prohibición de los jóvenes de ir a la iglesia.
• Entrevistador: Este cuento es importante, es hermoso pero ahora el enlace vía satélite nos lleva de vuelta a Maputo donde comienza la Santa Misa en el estadio de Zimpeto.

Cuarta parte después de la Misa
Minuto 1.09 - El cardenal Dos Santos y Monseñor Francisco Chimoio
Entrevistador: Gran fiesta, entonces. Está por concluir el viaje del Papa a Mozambique. Aquí está a punto de ir al aeropuerto para volar hacia Madagascar, a tres horas de aquí. Nos quedamos en Mozambique para retomar los temas de aquí, después de la Misa en el estadio.
Aquí estamos, partimos de un detalle: en la Misa estaba presente el Cardenal Alejandro Dos Santos. Con la hermana Dalmazia hablamos de un Cardenal, "más joven que tú, digámoslo así”.
Dalmazia: ¡El cardenal tiene más de 100 años!
Entrevistador: ¡Tú lo ayudaste a nacer!
Dalmazia: No, a este yo no lo ayudé. Pero lo conozco desde hace mucho tiempo. Una de sus características es que fue el primer sacerdote de Mozambique, el primer obispo y el primer cardenal. Fue uno de los que se fueron con Monseñor Jaime en la selva para conocer a la Renamo cuando estaba en la clandestinidad, mucho antes de las conversaciones de paz. Y después de que ya estaba jubilado, tomó muy en serio la pasión de hacer crecer a la gente y dar la oportunidad de graduarse. Dijo que habiendo descubierto que se podía abrir una universidad en el sistema internacional de la Universidad de Santo Tomás, hizo investigaciones, pidió ayuda (a mi hermano padre Antonio, también), y ahora la universidad de San Tomás es una de las más fuertes en Maputo y fue organizada por él, después de que tenía casi mi edad (risa de Sor Dalmazia)
Una cosa importante que contar es la del arzobispo de Maputo que hemos oído saludar al Papa, Monseñor Francisco Chimoio. Padre Francisco Chimoio era un franciscano de Bari, porque él se convirtió en sacerdote en la orden de los franciscanos menores de la provincia de Bari en Italia. Cuando era joven sacerdote estaba entre los que habían sido secuestrados. Ha sufrido mucho. No pensaron que era sacerdote. Fue golpeado (pensaban que era espía NDR), y luego lo dejaron libre. Tuvo uno de los grandes dolores: vio me lo dijo él mismo - a sus verdugos. Pero yo digo una cosa: se puede estar en guerra, se puede estar en el poder, pero la maldad personal es algo que nunca se permite. Porque puedes ser más malo incluso que el ejercicio normal de poder. Un soldado, puede ser un soldado, pero dentro de los límites, al menos. En fin, él vio los soldados matar a los que lo habían maltratado. Tenía un dolor muy grande allí en su corazón. Cuando mataron a los otros tres de los que habló ayer - los tres franciscanos - él estaba con ellos, pero acabo de escuchar el aviso, la experiencia y el miedo que tenía dentro lo hicieron escapar de inmediato. Los otros en cambio dijeron: "Pero no, nunca nos hicieron nada, ¿por qué huir?” Pero padre Francisco me dijo: "Yo me he salvado por el miedo que guardaba dentro". El miedo es algo que puede salvar pero a veces el miedo también paraliza la reconciliación (mejor la reacción correcta al mal) el miedo puede poner en juego mi honestidad cuando el precio de mi honestidad está en perder mi trabajo. Así que deshacerse del miedo es algo grande, yo tengo esta experiencia.
Dar la oportunidad de la honestidad, que la pérdida del miedo te puede dar algo grande. Sí, pero tienes que estar asociado. Yo, por ejemplo, enseñaba en la Universidad Católica que nació así. Cuando estaban haciendo los acuerdos de paz, la parte de la Renamo, que estaba en el norte de Mozambique, puso esta condición: "Nosotros vivimos aquí en lo alto, ninguno de nosotros se puede graduar porque la única universidad está en Maputo, la gente de Maputo tiene más dinero, más posibilidades. ¿Quién de nosotros puede ser capaz de ir abajo para ingresar en una universidad? Recordamos que educación es libertad. Entonces Monseñor Jaime, obispo de Beira, que estaba en la mesa de las negociaciones de Paz, se sintió obligado a decir: " la Iglesia puede tomar la responsabilidad de hacer esta Universidad". Nos contaba que cuando salió de la sesión, comenzó a temblar. "Pero qué dije. Nosotros que no tenemos nada". Sin embargo encontró en los misioneros... en particular, lo quiero decir, en los misioneros de la Consolata, los misioneros de la sabana con pocos graduados, etc... el apoyo decisivo. Otros que podían más que nosotros... deben haber tenido miedo del fracaso (que no hubo). La Consolata, con la Conferencia Episcopal, una joya de Conferencia Episcopal, dijo: Sí estamos”.
Entrevistador: Se hizo cargo y con su experiencia de educación y formación han ayudado a formar para la libertad y la paz.
Dalmazia: Hemos colaborado para formar un grupo de personas que ahora tienen lengua, como decía don Lorenzo Milani.
Entrevistador: Ayer entrevistamos al jefe de grupo en el parlamento de la Renamo que habló un italiano mejor que el mío. Me golpeó muy fuerte, si uno piensa en la historia, que estaban obligados a la guerra y a la ignorancia.
Dalmazia: No había instalaciones. En 1996 di la primera lección en la Escuela de Derecho, enseñaba Ética Social, a los estudiantes de "Técnica de investigación científica". Esos estudiantes no sabían lo que era un libro, porque en los colegios de la sabana siempre tenían la costumbre de copiar de la pizarra. En poco tiempo aprendieron todo.
Entrevistador: Perdón, hay imágenes... me afectaba mucho el testimonio de la hermana Dalmazia, porque sus palabras eran de alguna manera la traducción en experiencia de lo que fue la homilía del Papa Francisco con la que me parece la frase clave No se puede construir un país sobre la equidad de la violencia, con el ojo por ojo, sobre la ley del talión...

Quinta parte el bebé, basura / vida Minuto 1,29Entrevistador: Un comentario muy rápido antes de las palabras del Papa recordando su visita en el hospital. Pregunto a dos asistentes de los hospitales, el padre Dante y Sor Dalmazia. • Dalmazia. Escuchándolo, pensé en una noche... fue el 1965 en Massangulo. Para la guerra de independencia, las calles estaban minadas, intransitables. Asistía un parto, un parto muy difícil. Me encontraba en un ambiente en el cual todos eran musulmanes. En algún momento dije: "Oremos". Pero yo recién llegaba en esa misión y la única oración en lengua local, aprendida junto con el catecumenado, era la Salve Reina. La empecé sin conciencia de que “se podía rezar" incluso con los musulmanes, pero vamos a imaginar la escena: - Salve Reina, madre de misericordia y las mujeres que estaban allí y eran musulmanes repetían, madre de misericordia; vida dulzura y esperanza nuestra... No sé pero tal vez por la paz de la oración, interpretada en el valle de lágrimas del niño que no nacía y las mujeres que rezaban.... fue un momento realmente fuerte. Y luego al final el bebé nació, vida y esperanza nuestra. Pregunté: "¿Cómo llaman a este niño?" y ellos me responden: "Basura". O si queremos que sea "basura para tirar". "¡Pero están locos!" grité - y, la mamá triste: "No, éste no debe morir, lo tienes que llamar Vida.
Lo llamó Vida. ¡Sigue vivo!".
Aplausos y una carcajada a lo Dalmazia...

EL FUEGO DE LA MISIÓN

“Creo en la Santa Iglesia Católica”, es una de las frases del Credo que me gusta, aunque cuando llego a ese punto, pienso ya en el Amen final. La palabra “católica”, ha crecido dentro de mi poco a poco, con las experiencias vividas tanto en familia como en el Seminario de Venegono. En el año 1958 Raoul Follereau, apóstol de los leprosos, con más de setenta años, en su visita dijo con voz fuerte y corazón apasionado: “Se pueden salvar a millones y millones de personas con pequeños gestos”.
Siempre en Venegono, en el año 1959, el encuentro con Don Ernesto Parenti, quien salía a Kariba, la primera misión Diocesana de Milán en el mundo, fue el primer Sacerdote “FIDEI DONUM” (Don de la Fe), a solo dos años de la encíclica emitida por el Papa Pio XII. Fue el Cardenal Montini (futuro Papa San Paolo VI) quien dio a los sacerdotes de Milán Ambrosianos la apertura al mundo.
Deseo de volar de nuevo a Huacho El 6 de diciembre del presente, cumpliré 79 años. En Perú, exactamente a Huacho, llegue en el año 2007; han pasado ya 12 años, siempre con el deseo de continuar, de tres años en tres años siempre bajo la mirada de Dios, con el permiso del arzobispo de Milán Mons. Mario Delpini, y la aceptación del Obispo de Huacho Mons. Antonio Santarsiero. No cambia el motivo de fondo, aquel de ser el portador de un mensaje, no el mío si no aquel de Jesús vivo y verdadero, siempre presente a guiar los pasos de Pedro sobre el mar de Galilea, diciendo a sus discípulos: “Coraje, soy Yo, no teman”. Aquí en Huacho se escucha a menudo el canto “Pescador de Hombres”, con palabras que dan calor al corazón: “Tú has venido a la orilla, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. Tu sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espadas, tan solo redes y mi trabajo. Tú necesitas mis manos, mi cansancio que otros descanse. En la arena he dejado mi barca, junto a ti buscare otro mar”
Quisiera dar calor a vuestros corazones, como el mío lo ha estado aquella vez, cuando una niña de seis años reconociéndome como Sacerdote, me dijo: “Yo te conozco, tu eres el de la Misa”. Aquí esta toda la riqueza de un hombre que puede girar por el mundo y repetir a sí mismo y a los otros: “Este es mi cuerpo”. Jesús continúa transmitiendo su Evangelio, su fuego sirviéndose de mí y de todos los misioneros del mundo.
Feliz mes Misionero a todos, con el Señor de los Milagros que nos acompaña.


Don Antonio Colombo

Huacho, 10 octubre 2019